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Filtración, una etapa clave en el riego de precisión
La filtración del agua que accede al sistema de riego de nuestra finca es una de las fases más importantes e imprescindible para un buen funcionamiento del resto del sistema. Si la fase de filtración se planifica y ejecuta correctamente tendrá como principal beneficio el aumento de la vida útil de la instalación. Sin embargo, si se proyecta o planifica de forma incorrecta o errónea, o incluso no se tienen en cuenta todos los factores, puede causar que acceda a la instalación de riego agua de baja calidad, contaminada o con una composición incorrecta, pudiendo ocasionarnos un grave problema.
Esta fase es más importante en los sistemas de riego de precisión, como el goteo o la microaspersión. Por eso, para poder trabajar con un elevado nivel de exigencia se necesita una instalación libre de obturaciones tanto en los elementos de control, protección y medición, como en los goteros emisores. La filtración es la fase que nos protege frente a esas potenciales obstrucciones.
¿Sabías que por cada hora de funcionamiento se pueden acumular entre 1,5 y 2 kg de arena en los filtros? Teniendo en cuenta que la carga contaminante del agua sea de aprox. 20 ppm y se trabaje con un caudal de 100 m3/h.
¿Por qué es necesario un sistema de filtrado eficiente?
La fase de filtrado en nuestro sistema de riego tiene como objetivo eliminar partículas y otros elementos que reducen la calidad del agua. El grupo de bombas e hidráulicos toma agua de diferentes fuentes naturales (pozos, acequias, canales,…) agua, que en su estado natural suele llevar impurezas asociadas.
Nuestro sistema de filtrado se instalará justo después del grupo extractor, para garantizar que todo el elemento líquido que entre en el sistema tenga la calidad necesaria.
Así pues, el sistema de filtración es un seguro para evitar posteriores fallos en la instalación. Por tanto, es necesario diseñar de forma correcta el sistema de filtración de nuestra explotación.
Veamos algunos puntos clave:
- Protege al sistema de riego de posibles roturas y pérdidas de carga acusadas debido a La obstrucción en los emisores de riego baja considerablemente la uniformidad del sistema, provocando un mal reparto de agua y nutrientes en nuestro cultivo.
- Alarga la vida útil de los emisores, ahorrando costes directos de la compra de nuevos emisores e indirectos al ahorrarte la mano de obra de revisar y cambiar dichos elementos. Además del tiempo que estará la instalación sin servicio mientras se realizan estas tareas de mantenimiento.
- Ahorro de coste general de la instalación al aumentar su vida útil. Las obstrucciones son el enemigo más dañino para los sistemas de riego, debido fundamentalmente a los problemas que pueden venir posteriormente (golpe de ariete, roturas, cierre deficiente de válvulas,…).
¿Qué factores debemos tener en cuenta para seleccionar el sistema de filtrado?
La elección del sistema de filtrado se realizará en función de la calidad o carga contaminante de la fuente de agua de partida del sistema (un dato importante es la cantidad de sólidos en suspensión, es decir, el tamaño y concentración de partículas). Para ello es necesario (y recomendable) realizar un análisis de la calidad del agua en laboratorio, ver la tecnificación de equipos y el volumen de agua necesario a filtrar en función de la demanda de nuestra explotación.
Aunque de forma general y simple podemos tener cierta idea de las impurezas que encontraremos en el agua en función de donde la tomemos:
- Si tomamos el agua de acuíferos y/o pozos, nos podremos encontrar partículas inorgánicas en suspensión (arenas, limo, arcilla).
- Si el agua de partida procede de canales/ríos, en función de las condiciones climáticas nos podremos encontrar más o menos carga de materia orgánica, junto con sólidos provenientes de los arrastres.
- Si el agua de partida está almacenada en depósitos o embalses descubiertos, nos encontraremos materia orgánica (algas) e inorgánica.
Un aspecto importante y que no debemos pasar por alto es si nuestra instalación de riego tiene sistema de fertirrigación asociado. Si así fuese, es necesario disponer de un filtro (de malla o anillas) justo después del equipo de fertirrigación con el fin de retener las sales precipitadas que se hayan podido formar al mezclar los fertilizantes con el agua.
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¿Qué sistema de filtrado debemos elegir?
En Gestiriego disponemos de una amplia gama de equipos de filtración: Automáticos o manuales, de anillas o malla, filtros de arena, hidrociclónicos, etc. Está claro que en función de tus necesidades deberás elegir el modelo que mejor se adapte. Sin embargo, lo que es más habitual (y recomendable) es decantarse por los sistemas de filtrado automático, que realizan una limpieza automática de los filtros.
Entre las soluciones de filtración manual (aquellas en que la limpieza la debe realizar un operario cada cierto tiempo) disponemos en nuestro catálogo de varias opciones:
- MX Filter: Filtro de plástico con anillas manuales. Adaptativo a los cabezales de riego, permitiendo una amplia gama de posibilidades para el agricultor. Ideales para retener impurezas inorgánicas y orgánicas presentes en el agua.
- Hidrociclones: Recomendados para tratar agua con alta carga de arena. Se disponen antes del equipo de filtrado principal, evitando la limpieza frecuente de ese. Cuando sacamos agua de un pozo, esta será una de nuestras elecciones para filtrar el agua. La limpieza manual se realiza cada cierto tiempo desalojando del colector la arena acumulada.
- Filtro de Arena: Agua con materia orgánica y arcillas. Lo elegiremos cuando tomemos agua de canales y balsas descubiertas. Suele ir acompañado por filtros de malla. Su limpieza es manual realizando un contra-lavado, también se puede automatizar mediante la instalación de electroválvulas o válvulas de retrolavado.
Las soluciones de filtración automática (aquellas en las que la limpieza se realiza de forma automática o semi-automática a través de sensores que miden la pérdida de carga), disponemos en nuestro catálogo:
- Cabezales Mx Filter: Hablamos de un sistema automático de anillas. Recomendados para limpiar agua con sólidos en suspensión y materia orgánica. Las anillas se disponen en un formato compacto dentro de la carcasa, lo que proporciona una filtración Gracias a su diseño permiten una fácil limpieza del conjunto por medio de una inversión del flujo o retrolavado. El equipo se complementa con manómetros y conexiones eléctricas que permiten detectar cuándo se debe realizar el mantenimiento de los filtros.
- ORON (la filtración inteligente): Filtrado automático de malla. Esta tecnología permite un contra-lavado con un 100% de eficacia y una superficie de filtración nunca vista. Sirve para tratar agua con todo tipo de partículas inorgánicas u orgánicas. Durante el proceso de limpieza no es necesario interrumpir el riego.
- Clean Water: Lo dispondremos en nuestra instalación cuando el agua de partida presente agua con sólidos en suspensión y materia orgánica. La auto-limpieza se activa cuando el sistema detecta una pérdida de carga por la acumulación de partículas en suspensión sobre los discos. Además, el auto-lavado es auto-programable por tiempo y diferencial de presión. Presentan un sistema de descompresión del conjunto de anillas para su fácil limpieza durante el proceso de retrolavado.
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