Aunque el cultivo del pistacho es minoritario en España en los últimos diez años su cultivo ha aumentado de forma importante, debido a su alta rentabilidad. Se trata de un cultivo que tradicionalmente se produce en secano pero su producción se multiplica en regadío.
El pistacho no sólo se comercializa como fruto seco, también se emplea para la fabricación de helados, confitería, curtido de pieles, elaborados cárnicos, aceites cosméticos y como excipiente de algunos medicamentos.
El pistachero es un árbol de larga vida, hasta 300 años, y de gran resistencia a condiciones extremas.
En California e Irán se regaba el pistacho a manto, pero dejando intervalos de tiempo de varias semanas entre riego y riego. Normalmente son cuatro riegos entre julio y agosto y un riego cada tres semanas, de mayo a fin de junio.
La escasez de agua de riego en California y en Irán ha hecho que se abandone el riego a manto y se pase a técnicas más sofisticadas : goteo y goteo enterrado.
El riego por goteo es ideal para el cultivo del pistacho ya que los bulbos solo afectan a una parte del suelo del árbol y una parte del sistema radicular. Esto facilita la circulación de oxígeno en el subsuelo y evita el encharcamiento.
En California se riega con grandes volúmenes de agua : > de los 20.000 litros por pie (y no cultivo). En la Península no se cuenta en general con estos caudales. Normalmente de 10.000 a 15.000 litros pie (goteo y labores de cultivo).
Instalando censores enterrados en alguna línea de plantación de árboles, cuyo suelo sea estándar y de referencia, permitirá a la práctica calcular con exactitud la cantidad de agua de riego por árbol requerida en las condiciones climáticas y de suelo de la finca en cada momento.