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Hoy en día, a la luz de los modernos estudios se han puesto en evidencia las repercusiones negativas en la calidad de los vinos por breves períodos de estrés hídrico, por lo que se tiende a establecer la estrategia de riego en función de la calidad del producto final que se quiere conseguir. 

El riego por goteo en este cultivo se ha demostrado que es el que mejor resultados da.  

La selección del tipo de gotero, la precipitación, la separación entre goteros y las necesidades de filtración, deben ser evaluadas detenidamente durante el diseño de la instalación. La separación de los goteros en función del tipo de suelo es un factor muy importante.

En suelos arenosos es recomendable distancias de 50 cm entre goteros, mientras que en terrenos arcillosos las distancias pueden ser de hasta 1 metro.  

Ventajas del riego por Goteo en viña:  

– Alta eficiencia de aplicación. No se pierde agua por escorrentías ni evaporaciones.

– Número mínimo de sectores de riego. Comparado con otros sistemas de riego como aspersores o riegos a manta, con el mismo caudal podemos regar una mayor superficie a la vez.

– Problemas mínimos de infiltración. Al regarse gota a gota, no se producen escorrentías que se pierden por infiltración rápida.

– Perdidas por evaporación mínimas.

– El viento no afecta a la distribución. El viento afecta considerablemente en sistemas de aspersión.

– Reducción de enfermedades debido a una reducción en la parte aérea de la planta y en el ambiente. La inundación y la aspersión son sistemas que producen las condiciones favorables para el desarrollo de enfermedades causadas por hongos.

– No existencia de interferencias con el resto de trabajos en el viñedo. La instalación de riego no suele molestar para el resto de tareas que realizamos en el viñedo, como la vendimiadora. La maquinaria puede ser utilizada durante los riegos.

– Facilidad para la aplicación de fertilizantes. Se aprovecha la instalación para repartir los nutrientes y aplicarlos en las dosis y momentos adecuados, ya disueltos en agua por lo que son mas efectivos y localizados por lo que también ahorramos en abonos.

– Bajo mantenimiento. Costes de instalación más económicos que los otros sistemas.

– La topografía de la parcela no es condicionante y existe la posibilidad de utilizar goteros autocompensantes en geografías irregulares.

– Reducción de malas hierbas, pues la superficie de suelo mojado es menor.

– Menores costes de bombeo, pues el sistema de riego gota a gota puede trabajar a una presión mucho menor que los otros sistemas.

– Menor riesgo de erosión.

– Disponibilidad de agua constante en cualquier momento.

Jesús Abellán Sánchez