La búsqueda para el desarrollo de técnicas eficientes que abaraten la obtención de agua ha llevado a la producción de agua dulce a partir de agua marina, pasando a ser una oportunidad para la producción agrícola.
La principal ventaja de la desalinización es que es un recurso hídrico inagotable y no sujeto a variaciones climatológicas,
resultando ideal en cuanto a su obtención de agua, especialmente en zonas donde es un recurso de escasez, como es el caso del sureste español, y en el que su aplicación en estos últimos años está dando buenos resultados como complemento de otros recursos hídricos para garantizar el futuro regadío agrícola.
Por otro lado, su principal inconveniente es el coste, que lo hace inviable para algunos cultivos, especialmente por su alto consumo de energía que puede llevar a emitir gases de efecto invernadero.
Diferencia entre desalación del agua de mar y la de aguas salobres
La desalación puede ser de dos tipos, por un lado mediante las desaladoras, que obtienen agua apta para el consumo humano mediante el tratamiento del agua de mar. Y, por otro lado, mediante las plantas desalobradoras, que son desaladoras de aguas subterráneas o superficiales salobres. Lo que le hace distinta al agua salobre del agua del mar es que típicamente contiene menores niveles de iones cloruro y sodio, pero una mayor concentración de otros iones como calcio, magnesio, sulfatos y bicarbonatos; siendo su salinidad mucho menor a la marina. Las aguas salobres presentan, por tanto, una salinidad intermedia entre el agua dulce y el agua del mar.
La osmosis inversa se ha convertido en la tecnología de referencia generalizada para la desalinización por sus ventajas frente a otros
Presenta costes de producción y consumo energético reducidos en comparación con otras técnicas aplicables a gran escala, convirtiéndose en la técnica de desalinización de agua más común en los cultivos modernos donde se emplea la ciencia y tecnología para una producción más eficiente. La osmosis inversa da como resultado agua de baja mineralización y bajo aporte de calcio, minerales y sulfatos, siendo no apta aún para el consumo humano directo, por ello antes de verterla al suministro a de pasar por un segundo proceso convirtiéndose en agua desalinizada.
La composición de agua resultante no es igual en todas las desalinizadoras y varía según la técnica de desalinización del agua empleada y el uso principal para el que fuese diseñado. El agricultor deberá modificar su composición mediante equipos de fertirrigación u otros productos, produciendo agua apta para obtener un mayor volumen para regar.
La osmosis inversa consiste en hacer pasar el agua salada por una membrana semipermeable, que permite el paso de moléculas de agua mientras rechaza las especies iónicas disueltas. Elimina nitratos del agua produciendo una corriente prácticamente libre de sales, que se denomina “permeado”, y una corriente que contiene una mayor concentración de sales, “salmuera”, que cuenta con aquellas sales que han sido rechazadas por la membrana de ósmosis inversa. Este proceso permite el riego incluso para cultivos sensibles como: la lechuga, patata, manzana, pimiento, uva de mesa…
Los postratamientos que se aplican actualmente se han diseñado con el objetivo de adecuar las características resultantes (agua marina osmotizada) a los requerimientos de calidad aptos para el consumo de seres humanos. Recogidos en el RD 140/2003.
Estos postratamientos deben ser capaces de garantizar el equilibrio químico en el agua marina desalinizada. En caso de no hacerlo su baja mineralización, puede ocasionar elevada acidez y fuerte corrosión, dando lugar a roturas u obturaciones en las tuberías, sistemas de distribución y elementos de control y regulación.
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